Gracias por haber respondido a mi llamado...







Dios ha puesto algunos gestos externos de piedad como instrumento para aumentar nuestro fervor y ayudarnos a crecer en vida de gracia, y para dejar atrás criterios o conductas de tibieza y mundanidad.

En esto los Medjugorianos tratamos de vivir, no según las propias interpretaciones, las enseñanzas de la Gospa o la doctrina espiritual de la Iglesia, sino que según sus planes, los que ha establecido el Señor y  nuestra Madre,  y para cada caso particular,  por ejemplo: el ayuno, la meditación del Evangelio, las procesiones y las mismas peregrinaciones que la Iglesia recomienda, etc.  

 Estas expresiones son como ejercicios espirituales que,  aunque la fe es una virtud espiritual cuya intensidad es gracia del cielo en el alma, para potenciarla Dios ha puesto gestos externos, como las obras de misericordia, sacrificios, el trabajo voluntario, etc. Todas estas prácticas buscan doblegar el orgullo, incrementar la  humildad, salir de las esclavitudes y aproximarse a la intensidad de la santidad.

Una imagen que peregrina, por la virtud de la piedad en los fieles, y la acción de la gracia, reviste los alcances de un sacramental. En ese peregrinar y en la visita al hogar de los devotos, así como ocurre con el Ramo en Semana Santa, el Espíritu Santo y las virtudes infusas, causan grandes beneficios espirituales, milagros  y dones gratuitos que buscan respaldar la Fe, no solo de los enfermos que no pueden peregrinar o asistir a la Santa Misa, sino que también para la familia, los corazones confundidos, los temperamentos heridos, las almas angustiadas.  Y así como ocurre en Medjugorje, lugar donde las Apariciones y Mensajes, convocan los corazones a vivir la Santa Misa, también los hogares que reciben la ospa Peregrina, se sienten invitados a conocer al Divino Rey, Hijo de la Reina de la Paz, que se entrega como Don de Amor en el Misterio Eucarístico.




  Rezar el Rosario también regala frutos renovando la piedad y ayudando a una humilde disposición ante cada gracia de conversión, penitencia, fervor, unión y paz de los corazones que viven en el hogar.

 Y así como en Medjugorje,  la Gospa alcanza gracias específicas para los grupos de oración que Ella forma, también para la familia que se reune para orar en torno a la Virgen Peregrina,  medio de dificultades, con sacrificio, tiempo y disposición, la Virgen Santísima regala los frutos del Magnificat para aquella alma que hace el intento de reunir a su familia en la fe y la piedad, que aunque no sea posible en ese momento, la Madre del cielo agradece y bendice maternalmente el anhelo de responder a su llamada, como Santa Isabel recibió a la Madre del Señor.

 Así como pidió la Virgen a los fieles de Medjugorje, en media de la guerra, metralletas o persecución, para rezar con ellos entre las rocas de las montañas, así estará orando con y por esa familia y ese hogar que la recibe como Peregrina. 

 Grandes son los frutos de la Madre Peregrina trae para los corazones que la acogen en su morada, que aunque no pueden viajar a Medjugorje todavia, si viajan para ir por Ella, en su Sagrada y Humilde Imagen, la transportan  con reverencia, la llevan en el bus, en el tren, como entre las piedras de los montes de Medjugorje, pidiendo el regalo del llamado de la Gospa.  

Este sacrificio y esfuerzo, así como el darle tiempo y espacio en la casa, se hace un peregrinar.  Son los gestos externos que pide Dios como signo de  confianza y abandono interior, y una profesión de fe y piedad ante el mundo y la propia familia.

Y además, la Virgen ha propuesto en distintas apariciones, que hayan imágenes que peregrinen, al margen de las propias que  puedan tener los fieles. 




Una imagen que peregrina es una imagen que camina, con los testimonios, súplicas y dificultades de los que la reciben,  como la Madre de San Juan Bautista,  que estaba muy unida en fe y caridad a Maria Santísima, pero que al acogerla físicamente en su casa, el orifeta de seis meses de gestación fue tocado por el gozo del Espíritu Santo.

 Cuando damos unos meses para los grupos o parroquias,  es considerando el tiempo que pueda requerir devotoque la lleve a su casa,  para que también la pueda llevar  donde sus parientes, amigos, enfermos, asilos y hogares. 

La Reina de la Paz va así educando en la escuela de santidad y amor materno a las familias, por medio del ejemplo  y súplica de sus devotos, que aunque no cuenten con la compañia de su entorno más próximo, contará con la cercanía orante y milagrosa de la Sagrada Familia de Nazaret, con la misericordia del Corazón de Jesús, con la poderoa oración del casto Patriarca San José y con los brazos maternos de la Reina de la Paz, que va extendiendo sus brazos de madre sobre todos los que en el mundo oran por sus intenciones y responden a su llamado...

Atentamente Gospa Chile









 

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