Fuente: Centro Medjugorje
NOVENA A MARÍA REINA DE LA PAZ
Rezar Invocación al Espíritu Santo
LA ORACIÓN
Si la conversión es el mensaje más importante, la oración es el más persistente de María. Prácticamente, en todos sus mensajes, llama a la oración. Cuando comenzaron las apariciones, recomendó: «Rezad todos los días el Credo, siete Padrenuestros, Avemarías y Glorias en honor de las cinco llagas de Jesús, por las intenciones del Papa y para pedir el Espíritu Santo». Después pidió rezar diariamente una parte del Rosario; y con motivo de la Vigilia de su Asunción a los Cielos, el 14 de agosto de 1984, las tres partes todos los días. Más adelante, invitó a las familias a orar una media hora antes de iniciar las labores y media hora, como acción de gracias al finalizar el trabajo del día. También recomendó la Adoración a Jesús Sacramentado, el Vía Crucis y la Veneración a la Cruz. Para pedir después, que durante la jornada cotidiana, se llenarán hasta los espacios más pequeños con jaculatorias. Después en el año 2000 pidió formar grupos de oración, y dijo: «¡Queridos hijos: que la oración sea la vida!» La oración, por consiguiente, es la vida del cristiano. A través de sus mensajes la Virgen desarrolla una auténtica pedagogía de la oración cristiana. No con formas o expresiones novedosas, sino adaptándose a las ya conocidas y avaladas por el Magisterio de la Iglesia.
La oración no debe ser jamás una actividad paralela a las demás, sino la vida misma del creyente. La Virgen ha superado la antigua oposición y dialéctica entre contemplación y acción. Nos hace descubrir con sus mensajes que el hombre está llamado a hacerse oración y la oración hombre. Ella espera que los fieles en el tiempo presente y con sus agitados ritmos de vida, retomen la vida de oración continua. A la pregunta del por qué pide tantas oraciones, responde:
«Mirad a vuestro alrededor y daos cuenta cuán grande es el pecado que domina en el mundo. Por tanto, orad para que triunfe Jesús» Mensaje de la Virgen 13-9-84.
Otro aspecto de la vida de oración que la Virgen desea suscitar en sus hijos, es que ésta se debe desarrollar «con el corazón.» Se trata, sobre todo, de asociar siempre, -evitando las distracciones- la mente y los sentidos a la oración interior del amor; en serenidad, paz y afecto. La oración con el corazón es uno de los aspectos relevantes de la espiritualidad de Medjugorje: «oración necesaria para los tiempos que se viven -dice María- y para adquirir la auténtica conversión.» En uno de sus mensajes dijo:
«¡Queridos hijos!: También hoy os invito o todos a la oración. Sabed, queridos hijitos, que Dios concede gracias especiales en la oración; por lo tanto, buscad y orad, para que podáis comprender todo lo que os ofrezco aquí. Yo os invito, queridos hijos, a la oración con el corazón; sabed que sin la oración no podéis comprender todo lo que Dios programa a través de vosotros. Por lo tanto, orad. Deseo que a través de cada uno se realicen los designios de Dios. Que pueda crecer y madurar cuanto Dios os ha otorgado en el corazón. Por lo tanto, orad para que la bendición de Dios os pueda proteger de todo el mal que os amenaza. Yo os bendigo, queridos hijos. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!» Mensaje de la Virgen 25-4-87.
PRECES
Unidos a María, figura e imagen de la Iglesia que un día será glorificada, presentemos nuestras oraciones a Dios Padre en favor de todos los hombres.
- Por la Iglesia, pueblo de los creyentes: para que en todos sus miembros sea llamada dichosa por haber creído que la Palabra de Dios se cumplirá. Roguemos al Señor.
- Por todos los que lo han dejado todo para seguir a Cristo: para que sepan, como María, escoger la mejor parte y entregarse totalmente a lo único necesario. Roguemos al Señor.
- Por los jóvenes y los adolescentes: para que aspiren siempre a realizar en su vida ideales de pureza y caridad, imitando a la siempre Virgen María. Roguemos al Señor.
- Por los que han perdido a los que aman: para que encuentren en María el afecto y la protección de una madre que recibió esta misión de su Hijo en la cruz. Roguemos al Señor.
- Por los matrimonios y las familias cristianas: para que sean escuelas de amor y de aprecio a la vida frente a quienes quieren la muerte de los inocentes que todavía no han nacido. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros: para que sepamos conservar todo lo referente a Cristo y al Reino de Dios, meditándolo en nuestro corazón por medio de la oración. Roguemos al Señor.
Oración
Padre de bondad, que estos deseos que te presentamos encuentren eco en tu amor generoso, y que nos ayude la intercesión poderosa de la Madre de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
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